viernes, 26 de octubre de 2007

A Khisus,una obra de arte de Benedetti.



INTIMIDAD

Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto
no le importan tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos
pensamos que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno
este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno
juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción
es una broma
un detalle una ráfaga
un vestigio
un abrirse y cerrarse
el paraíso
ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío
quiero que me relates
el duelo que te callas
por mi parte te ofrezco
mi última confianza
estás sola
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser
una llama.

2 comentarios:

Il ultimo trovatore dijo...

Bonito comentario, gracias.Llevas razón, la llegada del gélido tiempo lleva consigo sensaciones nuevas... inquietudes nuevas...Hoy ha sido una clase diferente... temprano, a primera hora , cuando aún Morfeo se resiste a irse de us morada y cuando Faetón está camino de lugar, me encontraba recitando los más bellos versos de Rubén, intentado contagiar a mis alumnos de la gracia y la calidez de los versos siempre azules...de la princesa de los labios de rosa, de la hada amorosa...Era temprano, hacía frío pero el calor empezaba a entrar en la clase, a inundar (aunque poco) a cada estudiante...yo ya era feliz.
Termina el mes, y la próxima semana celebraremos los Santos.. y Bécquer y Espronceda recuperarán su trono por un momento... lo s Templarios acudirán al presente y Doña Inés sucumbira de nuevo ante Don Juan... y por ello,desde aquí, desde la Cosanostra, te envñio estos versos, para que adornes tu blog y lo aromatices con el dulce olor del ensueño.


Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
sin adivinarse dónde
temblando se clavará;
hoja del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde a caer volverá;
gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y rueda y pasa, y no sabe
qué playa buscando va;
luz que en los cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
ignorándose cuál de ellos
el último brillará;
eso soy yo, que al acaso
cruzo el mundo, sin pensar
de dónde vengo, ni adónde
mis pasos me llevarán.

(Bécquer, Rima II)

Glory dijo...

que bonito el poema, es de Benedetti?