Le pregunte en el coche que que pensaba de sus fines de semana.
Con los ojos llorosos me dijo que no le gustaba la situación,que todo había cambiado desde que ella entro en su vida.No pudo mas y estallo en lágrimas preguntándose que porque ya no la querían.
No pude evitar la empatia hacia ella y grite por dentro.Me llene de rabia.Me llene de pena.
Esta perdiéndose los mejores años de su vida y no se da cuenta.
A ser padre no te enseñan.
Lo zarandeo de forma imaginaria y le doy una bofetada en forma de mil palabras.
Le repito una y mil veces que eso no puede perderlo,que eso debe de ser para siempre,que la sangre tira mas que todo.Pero no me comprende.Esta inmerso en su aventura hacia el dorado y hace caso omiso al mayor de sus tesoros.
La impotencia una vez mas llena mi alma.
Que injusto el destino y que injusta esa infancia.
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