La cadena se rompió por el lado más frágil.
Se cansó de tirar fuerte y acabó rota en el suelo.
Los silencios ya, se hacían grandes.
Y todo lo demás ya era un cuento.
Pero no existen princesas ni príncipes azules.
Tampoco hay medianoche en la fiesta,pero si muchos ratones.
Y un día despertó fuera de su cuerpo.
Se había hecho mayor por el sufrimiento.
Ahora toca ya,desenredar la cuerda.
Ahora toca ya,esperar a que amanezca.
Se pone los vaqueros del revés.
Escucha la radio a medias.
Su pelo se revela contra el viento.
Locura de una vida muy intensa.
Los sueños,sueños son y ahí nadie entra.
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