Nos pasamos la vida decepcionados por algo o por alguien.
Y no pensamos en la clave de la decepción para no sufrirla mas.
Tras un detenimiento minucioso ante el sentimiento en si,he creído percibir la cura contra la decepción;que no es otra que no tener las espectativas tan altas.
Esto nos sugiere ver las cosas y a las personas,inclusive nosotros mismos,de una manera mas objetiva.
La única pega es no poder controlar los sentimientos que nos hacen realzar las virtudes.
Estas suelen ser acrecentadas en las personas y en los lugares mas cercanos,nos confunden y nos causan dolor infundado,pues no son ellos sino nosotros mismos los que creamos esas imágenes erróneas.La conclusión es que las cosas y las personas son como son y no hay mas allá.
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